05 Jun
05Jun

No sabía muy bien de qué escribir mi primera entrada al blog, así que después de darle muchas vueltas, decidí hablar de algo que llevo en mi cabeza y mi piel desde hace muchos años, y que además conozco muy bien.

Empecemos preguntándonos qué es la dermatitis seborreica. Bien, pues se trata de una enfermedad descamativa crónica. Esta afección la podemos encontrar en el cuero cabelludo, en forma de la famosa caspa, o prácticamente en cualquier parte de nuestra hermosa piel (en mi caso además de la caspa, también me suele aparecer en la frente, a los lados de la nariz o incluso en los codos como si me estuviera pelando y con rojeces). La encontramos como una descamación de la piel, rojeces y picores en la zona afectada. Además, como su segunda parte de nombre indica, hace que nuestra piel libere mucho sebo, por lo que tanto la piel como el pelo los tendremos grasos.

El origen de esta enfermedad es desconocido, aunque puede tener un origen genético. Además, puede empeorar por cambios en la humedad del ambiente, cambios de estaciones, rascado o estrés emocional (ya sea un estrés bueno como malo).

El tratamiento que se sigue para esta enfermedad es para su control, ya que al ser crónica no tiene cura. Encontramos desde cremas hasta champús, dependiendo de las necesidades de cada persona. Pero para este tema, lo mejor es acudir a un profesional como el médico de cabecera o el dermatólogo (dependiendo de la gravedad y de los tratamientos que tengamos que seguir). Además, se ha visto que la exposición al sol tiene un efecto beneficioso, es por ello que por lo general en verano suele mejorar (doy fe, pero no os tostéis al sol).


Ahora vamos a lo que nos interesa. ¿Hay algún alimento o dieta para esta afección? Pues, a pesar de todo lo que podamos leer por Internet, que si fuera lácteos, que si fuera alimentos fermentados, que si los cereales son malvados... y mi favorita, "vamos a desintoxicarnos", no sirven.

Hasta el momento, ningún estudio ha podido hacer una relación entre la dermatitis seborreica y la alimentación, por lo que lo mejor en este caso es llevar una dieta saludable y rica en vegetales. En algún estudio se habla de disminuir el consumo de grasas saturadas (pero en ningún caso eliminarlas), especialmente las famosas grasas trans o hidrogenadas (que tiene muchos nombres para despistar).

Por otra parte, hay una demanda superior de biotina (también denominada Vitamina H o B8) que el resto de mortales, por lo que quizá haga falta una suplementación de ésta. En mi caso yo tomo recetada por el médico. Pero antes de recurrir a la suplementación, hay alimentos ricos en biotina: hígado de res, riñón, pollo, pescado, huevo entero, guisantes, garbanzos, lentejas, cacahuete, avellanas, almendras, cereales integrales, vegetales de color verde intenso, nueces, frutas cítricas y levaduras.

Referencias

  1. Queréux, G. (2005). Dermatitis seborreica. Recuperado 4 mayo, 2018, de http://www.em-consulte.com/es/article/785532/dermatitis-seborreica
  2. Oliva Zárate, L. (2003). Artículo de revisión. Dermatitis seborreica. Recuperado 4 mayo, 2018, de http://www.medigraphic.com/pdfs/veracruzana/muv-2003/muv032d.pdf.
  3. Bassas-Vila, J. (2009, 5 junio). Actualización y manejo de los eccemas en atención primaria. Recuperado 4 mayo, 2018, de http://www.jano.es/ficheros/sumarios/1/0/1740/9/00090017_LR.pdf.
  4. Marcos Plasencia, L. M., Martínez Rey, L., & Pérez Torres, A. J. (s.f.). Trabajo de revisión bibliográfica. Déficit de biotinidasa o Déficit múltiple de carboxilasas. Recuperado 4 mayo, 2018, de http://www.ilustrados.com/documentos/dBiotinidasa.pdf.
  5. Mataix Verdú, J., García Diz, L., Mañas Almendros, M., Martínez de Victoria, E., & Llopis González, J. (2009). Tabla de composición de alimentos (5ª ed.). Granada, España: Universidad de Granada.
Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.